sábado, 2 de febrero de 2008

LOS UNIFORMES

Estaba limpiando mi ropero (después de mucho tiempo) en el último cajón que me faltaba revisar encontré mi viejo uniforme (sólo la chompa del primer uniforme que usé en mi ex colegio) recordé algunas anécdotas vividas con él.


Primer día de clases (Colegio Nuestra Señora del Pilar, marzo de 1996)
Recuerdo que ese primer día fue fatal pensaba que la entrada de los alumnos era a las 8:30 a.m. a mi hermano le llegaba altamente el primer día de clases por eso faltó, en cambio, yo recién me iniciaba en ese colegio como un niño de 1er grado. Llegué acompañado de mis papas pero cuando entramos al patio principal no había nadie, yo pensaba que nos habíamos equivocado de fecha y que tendría una semana más de vacaciones -¿Por qué serás tan vilordo?- me gritó mi mamá, en esos momentos se acerco la señorita Rosa ,no sé que era ella exactamente en el colegio por esas fechas pero muy amable nos ayudó a encontrar mi salón. Mis papas se fueron algo molestos y se olvidaron de decirme en cual de las movilidades escolares tenía que ir para regresar a la casa. Ya rumbo a la clase la señorita Rosa me preguntó -¿Es tu primer día de clases verdad?- bueno sólo asentí con la cabeza. Llegamos a la puerta del 1ro "B" en esos momentos la profesora estaba leyendo un cuento a sus alumnos paró la clase y fue a recibirme -¡Hola! ¿Cómo estas? seguramente te haz perdido en este colegio tan pequeño ¿no?- en esos momentos los alumnos se empezaron a reír pero la profesora los calló rápidamente, ella se llamaba Maritza era una profesora de mediana estatura y con una voz muy suave. Entré al salón y todas las carpetas de trabajo estaban ocupadas sólo quedaba una al fondo del salón fui rápidamente y me senté dejando mi mochila en el piso. Me puse en silencio a ver todo lo que había allí dentro, recuerdo que había una pequeña virgen María a lado mio, un reloj en la pared y muchas imagenes pegadas en las paredes. La señorita Marizta siguió leyendo el cuento, nunca había estado sentado con tantos niños y niñas yo antes había estado en otro colegio por mi casa en la que solo habían 15 niños después me enteré que en la clase habían más de 50 alumnos.
No recuerdo más de ese día, en la hora de salida no encontraba mi movilidad -¿Quién se llama Fernando Sánchez?- gritó un señor desde la puerta de una combi, -¡Yo soy señor!- grité y corrí con mis cosas. Aquel señor se llamaba Luis pero todos lo conocían como el señor Lucho. Ya adentro de la combi me senté a alado de una niña muy habladora se llamaba Pierina, ella vivía muy cerca de mi casa, recuerdo que la había visto antes cuando fui a comprar mi chompa de colegio en ese momento ni ella ni yo nos habíamos hablado pero en la combi no fue así, fue ella la primera persona que había hablado conmigo aquel día.
Al día siguiente cuando me dirigía a mi clase, la señorita Rosa se acercó -Tú te llamas Fernando Sanchéz ¿verdad?- me preguntó mirándome fijamente a los ojos, -Sí, soy yo- le contesté rápidamente. Ella me había dicho que se había equivocado en el momento de mandarme a mi clase, yo debía de estar en 1ro "A" y no en la sección "B", efectivamente mi nombre figuraba en la lista de esa clase. La profesora del aula de 1ro "A" era más alta que la señorita Maritza pero usaba lentes, se llamaba Carmen y ordenó que me sentara en la antepenúltima carpeta de la fila que estaba cerca a la puerta -¡Hola! ¿Te acuerdas de mí? vamos en la misma combi- me dijo alegremente Pierina, no podía creer que me sentara detrás de ella eso era mucha coincidencia.
Lo bueno de ese cambio de clase fue que 1ro "A" era más alegre y estaba mejor arreglada que 1"B" y sobre todo estaba la pequeña habladora que tiempo después resultó ser una de mis mejores amigas.